Terraza exterior

Me muerdo el labio por que Nero no avía dicho nada sobre mi comentario, me levanto y me sigo quedado espaldas a el

-Nero, no se si te as dado cuenta, pero como estas con tu hija y de mas no lo abras notado, pero aunque débilmente, se siente, me refiero a Yandrak, no al dragón que ahí en mi, si no al otro Yandrak-

Dije con tono de voz serio

Volteo al oir el mote que hace tanto que no escuchaba. Veo que es Nero y no dejo que la sorpresa se vea reflejada en mi rostro.
- Nero. - Digo por saludo.

Le evaluo con la mirada, frunciendo un poco el ceño.
- Gracias. - Digo simplemente.

Disminuyo la dureza de mi mirada al ver que se ha molestado y desvío la mirada.
- Lamentro si te molesté, Nero...

- Claro que somos amigos, sólo que he estado sola mucho tiempo y se me ha olvidado como entablar conversación con alguien. - Hago un amago de sonrisa intentando mostrarme mas amigable. En verdad apreciaba su amistad y no quería perderlo.

Me sorpendo un poco al recibir el abrazo, pero lo correspondo.
- Y yo a ti. Llevo mucho tiempo sin saber nada de ti.

- No es tan fácil matarme. - Acaricio el pomo de Sumlaris, que siempre llevaba conmigo. Le miro con curiosidad, pero con rostro sereno. - ¿Que ha sido de ti?

Enarco una ceja.
- No te veo como padre... - Digo con sinceridad. - Te pega más estar de un lado para otro...

Noto que me acaricia la mano, pero no digo nada al respecto.
- Simplemente estuve de viaje.

Suspiro y me llevo la mano libre a la frente con aspecto cansado.
- Pero ahora estas casado y tienes hijos, Nero. Tienes que olvidarme, por el bien de los dos.

- No me perderás. - Hago un torpe amago de sonrisa, no muy acostumbrada a sonreir. - Siempre voy a estar aquí.... Bueno he de irme. Nos vemos. - Salgo de allí sin añadir más.

Me desempano y Miro a Nero, huelo un aroma extraño en el ambiente pero allí solo estábamos el empanado de Daniel Nero y yo

-Avenido alguien mientras taba empanao?